La estandarización y la modularidad, ambas íntimamente relacionadas, generan una amplia gama de ventajas en la infraestructura física de red (NCPI por sus siglas en inglés) que racionalizan y simplifican todos los procesos, desde la planificación inicial hasta el funcionamiento diario, con considerables efectos positivos en los tres componentes fundamentales del valor empresarial de la NCPI: disponibilidad, flexibilidad y costo total por funcionamiento.